el alma parece perderse
en una inmensidad de noche
en una fria brisa
en el canto de las aves
sobre el infinito
la luna baila solitaria
acariciando con su luz
una eternidad de nubes
soplando entre ellas
un halo de vida
en las puertas al infinito
los ojos rojos le temen al horizonte
y la mente despierta de su letargo
en este lugar olvidado por dios
el silencio es tan ensordecedor
que se puede oir hasta el pensamiento de las ramas
el quejido del viento
el amor de quien te espera
sobre una ventana dos estrellas
dos besos que aguardan por mi boca
son dos caricias, dos ojos
que esperan por este alma
que muere lentamente sin el abrazo
del amor que aguarda en un corazon
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